El primero de los trabajos fue el estudio pormenorizado de la situación de la población residente y del estado de la vivienda, realizado a través del levantamiento de una detallada topografía social y urbanística del conjunto. El Laboratorio de Urbanismo de la Escuela de Arquitectura de Barcelona y, en especial, la tesis doctoral del profesor Joan Busquets, habían estudiado el fenómeno de la urbanización marginal en el Área Metropolitana de Barcelona y habían tomado el barrio de Vallbona como uno de los casos de estudio.

El trabajo arrancó de los argumentos que se formulaban en estos trabajos, profundizando en ellos hasta tener un conocimiento muy detallado de las condiciones sociales y de la edificación del lugar, para poder controlar los efectos de cualquier actuación pública hasta el último detalle. Tal como recogía en los documentos de aquel momento, el objetivo principal del estudio era confeccionar una base de datos para desarrollar “una propuesta de vivienda popular”. La lucha del barrio se había centrado, en primer lugar, en la consecución de los servicios urbanos mínimos –red de agua y de alcantarillado–, para después reivindicar la construcción de dos equipamientos básicos: la escuela y un centro cívico. En aquel momento, era prioritario resolver el problema de la vivienda, para garantizar que todos los vecinos pudieran quedarse en el barrio. Este estudio permitió poner las bases para desarrollar dos estrategias urbanísticas municipales: la redacción del Plan Especial del Torrent Tapioles y el proyecto de 170 viviendas sociales, y el Plan Especial de Reforma Interior. La primera era una medida de choque para resolver los problemas más acuciantes, mientras que la segunda era el reconocimiento público de que se había entrado en la "normalidad" urbanística.