El Plan Especial de Reforma Interior del barrio fue el documento que cerró el proceso de sustitución y derribo de las viviendas en peor estado para dar paso a otro de normalización, que debía servir para impulsar la mejora del parque edificado gracias a su legalización y atraer a nueva población para renovar y aumentar el peso demográfico del barrio en el conjunto de la ciudad. Estos objetivos no se han conseguido hasta hace muy poco de forma espontánea.
En relación con la estructura urbana y su posición territorial, el Plan propuso un suave giro hacia el río Besòs y su conexión con el barrio de Bifurcación de Montcada i Reixac, situado en la cara opuesta del montículo. Este barrio, debido a que no sufrió una vigilancia urbanística tan severa como la que ejercía el Ayuntamiento de Barcelona con sus barrios marginales, pudo madurar y convertirse en un área urbana muy activa. Actualmente, gracias a otra promoción pública y a la participación de las cooperativas sindicales, ha empezado aquella renovación que el PERI auspiciaba.
La conexión con el barrio de Torre Baró, situado al otro lado del haz de autopistas –con el que Vallbona había compartido los primeros años de vida–, quedó aplazada para cuando la ciudad se planteara la creación de nuevos enlaces en esta entrada de Barcelona. En cualquier caso, la construcción de un puente que une los dos márgenes del río, que ahora está en curso, sumada al saneamiento del río como parte de las operaciones que se realizaron en relación con el Forum de las Culturas de 2004 abren un nuevo período de reflexión, en el que se podrá pensar en el río como eje y cara hacia donde puedan mirar los barrios que están situados a lo largo de su recorrido y que vieron su peor cara.