En paralelo a los planes generales de este período, que constituían la principal línea argumental del trabajo profesional del despacho, hubo algunos trabajos de oficio que tuvieron el valor de la puesta en práctica de algunos argumentos. En este documento, el PERI de La Miranda —Sant Just Desvern, Área Metropolitana de Barcelona— el dibujo del plano constituyó el argumento central del plan. Se trataba de utilizar la caligrafía del plano como una parte fundamental del discurso del proyecto.
El Plan General Metropolitano de Barcelona (PGM) había calificado todas las urbanizaciones de origen marginal como zona de rehabilitación. Si bien es cierto que todas ellas compartían un mismo punto de salida, su evolución durante la década de los setenta y ochenta fue totalmente diferentes. Mientras Vallbona –otra urbanización marginal en la que se trabajó– aún es una de las zonas más precarias de la Región Metropolitana de Barcelona, otras urbanizaciones –como La Miranda– fueron madurando hasta su definitiva consolidación gracias a su regulación y urbanización por parte del primer ayuntamiento democrático de Sant Just Desvern.
Para este caso, el PERI se redactó como un acto de reconocimiento de su nueva condición legal y a manera de pliego de condiciones para su introducción en el mercado inmobiliario regular. El dibujo cuidadoso de todas sus partes, la atención a la topografía y la preocupación por sus vistas, así como la forma como se presentaron las regulaciones que le afectan, supusieron un esfuerzo para dar cuenta de este cambio y resolver los problemas que planteaba la edificación de una zona topográficamente tan difícil a través de la absoluta artificialización arquitectónica del relieve.