La redacción del Plan Especial de Reforma Interior y de Protección del Ámbito Visual del Puerto –que mereció el Primer Premio Gabriel Alomar de Mallorca de 1996–, afrontó de forma específica la cuestión de la configuración geográfica del lugar; de la forma de olla cerrada de su enclave. Esta condición hacía que el entorno del espacio portuario fuera muy sensible a los impactos paisajísticos de cualquier intervención en las paredes de este pequeño anfiteatro.
Metodológicamente, el trabajo se planteó como un estudio sistemático en el que se contemplaron las condiciones del marco geográfico y de las características visuales del paisaje vegetal; el estudio del valor de la exposición solar en la configuración de la imagen del lugar; el análisis de la estructura visual del espacio; la consideración del peso de la morfología urbana en la percepción de las condiciones paisajísticas del lugar; el inventario de los elementos patrimoniales; la evaluación de las condiciones que impone el sistema viario y de infraestructuras, y de las posibilidades del marco urbanístico y jurídico para llevar a cabo una serie de medidas que permitieran disminuir el impacto paisajístico de las futuras urbanizaciones. El conjunto de trabajos y sus propuestas cierran definitivamente lo que será la construcción de una aproximación al estudio de las condiciones visuales y de percepción del espacio como problema paisajístico.