La redacción de este estudio fue un encargo a tres universidades catalanas: UdG, UB y UPC, bajo la dirección de esta última, para reflexionar sobre el futuro de la ciudad, en un momento de grandes cambios de su posición geoestratégica, por la desaparición de las fronteras, la construcción de nuevas infraestructuras de comunicación y el auge y protagonismo del sistema turístico de la costa.