Los trabajos para el Valle del Gran Rey en la isla de La Gomera se iniciaron en el 2002, cuando se asesoró a la empresa pública GesPlan S.A. en la redacción de un diagnóstico propositivo previo a la redacción del Plan Territorial Parcial del Litoral del Valle, encargado por el gobierno de Canarias. Años más tarde este plan entró a formar parte del proyecto OLITORA, de Ordenamiento y Dinámica de la Franja Costera, que se enmarcaba en el Programa de la Iniciativa Comunitaria INTERREG III B, Azores-Madeira-Canarias.
El Plan de Ordenación para la costa de Valle Gran Rey proponía acciones dirigidas a ordenar una implantación turística en la zona y tenía entre sus objetivos conciliar dos realidades, la turística y la medioambiental y proponer acciones de regulación de usos y de creación de equipamientos y espacios libres y públicos. Todo ello con el objetivo de reconocer el protagonismo de las áreas litorales en el espacio de cooperación.
Los archipiélagos macaronésicos se encuentran sometidos a una fuerte presión antrópica derivada de las actividades turísticas concentradas en una estrecha franja litoral unido a una elevada fragilidad de sus ecosistemas. El proyecto OLITORA de cooperación tenía como objetivos desarrollar e implantar un modelo de ordenación territorial que regulara el régimen de usos y favoreciera la explotación sostenible de los recursos marinos litorales, potenciar la conservación de los espacios que lo requiriesen, y promover la investigación científica de los ecosistemas implicados. Para conseguir estos objetivos se estudiaron las características naturales, sociales y económicas presentes y potenciales de las franjas litorales y se redactaron planes de ordenación, de acuerdo con la normativa vigente en cada archipiélago.
