Este informe que nos encargó el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès supuso una oportunidad para comprobar la operatividad de los métodos de estudio del paisaje que se estaban acuñando en este despacho. La autopista A-7 es el tercer cinturón de Barcelona y un tramo del eje de conexión entre Europa y la península ibérica. Desde su construcción –como un corredor viario autista con el territorio por donde transita–, se ha reclamado su transformación en un gran eje territorial y en la rambla central de la ciudad metropolitana del Vallès.
La cuestión que se planteaba en el informe era cómo ordenar los entornos de esta vía, visto el interés de la Generalitat de Catalunya y de ciertos inversores en desarrollar estos espacios como un gran escaparate territorial. Para ello se llevaron a cabo diversos análisis de carácter visual: para unos, se utilizaron las técnicas desarrolladas por K. Lynch para el estudio de ciertas visiones dinámicas del territorio, y para otros, se hicieron barridos panorámicos que sirvieron para dar algunas indicaciones sobre como ocupar este espacio.
El informe quería enseñar a mirar el territorio desde la autopista, porque entendía que era un paso necesario para establecer una relación entre ésta y su entorno, una relación que no se había producido. Para convertir este eje en una parte del armazón territorial e intentar hacer de aquella “no-ciudad” la base de la ciudad metropolitana del Vallès era necesario coser la vía al territorio y descubrir la relación paisajística que se daba entre estos dos elementos y ordenarla.