En diciembre de 2010 fue aprobado el subproyecto de investigación "El nuevo mapa de la vivienda", presentado a la convocatoria 2010 de ayudas para la realización de Proyectos de Investigación Fundamental no orientada, con Ricard Pié como investigador principal. Esta convocatoria se encuentra en el marco del Plan Nacional I+D+I 2008-2011 que lleva a cabo la Subdirección General de Proyectos de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación.

El Ministerio encargó el seguimiento de las propuestas que habían recibido ayudas en la convocatoria 2010 para la creación y rehabilitación de alojamiento universitario, pertenecientes a 15 campus. Las propuestas incluían la rehabilitación de colegios mayores, la construcción de residencias y la continuación de programas de intermediación en el alquiler a estudiantes y personal de la universidad. Este trabajo sirvió sobre todo para conocer la situación, estado y tipo de oferta de alojamiento en las universidades españolas.

El Ministerio de Educación, a través de la Dirección General de Formación y Orientación Universitaria de la Secretaría General de Universidades, encomendó a la Universidad Politécnica de Cataluña la redacción de un estudio sobre el alojamiento universitario en España. El objetivo de este estudio era poner las bases para la redacción del Plan Estratégico del Alojamiento Universitario en España (PEAUE), así como participar en los debates del Observatorio de becas y ayudas del ME.

El proyecto Artemis sirvió para debatir sobre la especificidad del enfoque paisajístico en cuanto al tratamiento del espacio rural. El objetivo era confeccionar un programa informático que sirviera para analizar las características de los paisajes rurales y evaluar los patrones residenciales de baja densidad que podían ser compatibles y adecuados para cada uno de ellos. Con esta finalidad se trabajó en el establecimiento de un protocolo para describir las condiciones paisajísticas del espacio rural de diversas áreas de la Europa mediterránea.

Una de las investigaciones que se derivaron del paso de Ricard Pié por el Ayuntamiento de Barcelona fue el estudio de las arquitecturas de las actividades emergentes, en el que se buscaba cómo adecuar el planeamiento urbanístico a las nuevas formas urbanas de la actividad económica, en los campos tradicionales de la industria urbana, las oficinas y la actividad comercial. 

La reflexión sobre los efectos del TAV en la ciudad arranca de los trabajos internos del Ayuntamiento de Barcelona para preparar la llegada del tren a la estación de la Sagrera. En los años 1989-91 había un total desconocimiento sobre este tema, tanto en lo que se refiere a los problemas técnicos de la vía como los efectos de la aparición de este nuevo modo de transporte. Las investigaciones en curso se han centrado en la evaluación de los efectos de la llegada del tren a las ciudades medias y las expectativas que esto genera. 

La reflexión sobre el turismo se inició con la revisión de los planes de ordenación urbanística de varios municipios de la Costa Brava. Frente al urbanismo metropolitano y el de base rural en el que se había trabajado, el urbanismo turístico aparecía como una fórmula heterodoxa y extremadamente depredadora del territorio, que se presentaba como otro desarrollo más de un sistema económico, que convertía cualquier nueva demanda social en otra fórmula para aumentar su actividad e incrementar los hábitos de consumo. 

Los planes de la Costa Brava permitieron introducirse en temas de paisaje, turismo y litoral, entendido éste como uno de los espacios de mayor utilización social y una problemática específica, producto de su condición de territorio fronterizo entre la tierra y el mar. Se asesoró a la Dirección General de Puertos y Costas del MOPU en cuestiones urbanísticas y se realizó un estudio de la costa catalana para evaluar los efectos que podía tener la nueva Ley de Costas y establecer los criterios para intervenciones a desarrollar.