El tercer plan que se encargó en la comarca del Baix Penedès fue el Plan de Protección del núcleo histórico de Sant Vicenç de Calders, con el objetivo de conservar sus características y mejorar su engarce con el llano turístico situado entre él y el mar.
Este núcleo es el centinela histórico de la puerta meridional de entrada del corredor Prelitoral catalán. En este punto, cuando la comarca interior del Baix Penedès se abre al mar, aparece un montículo perpendicular a la costa que cierra el corredor, sobre cuya cresta se asentó un poblado a modo de rosario residencial. En el momento de redactar el Plan, este vigía territorial peligraba ante el empuje de la urbanización turística que se desarrollaba en la costa.
Si en los estudios y planes de los otros municipios de la comarca el valor principal de la ordenación era la consideración del trazado en la planta, su implantación dentro del sistema parcelario heredado y el buen trazado de las piezas, en este caso el proyecto se planteaba desde la sección y el perfil de la montaña, como el signo que marcaba la identidad de este núcleo.
Por ello, el plan devino una evaluación de las condiciones que imponía este enfoque, así como la búsqueda de fórmulas para trabajar los parámetros de forma, color o vegetación desde criterios de integración, camuflaje, ocultación u otros, que serían especialmente útiles en los trabajos profesionales posteriores, cuando se empezó a trabajar las cuestiones de paisaje.